Hay un lugar en el mundo donde el corazón late rápido, donde te quedas sin aliento por la emoción que sientes, donde el tiempo se detiene y ya no tienes edad. Ese lugar está en tus brazos donde tu corazón no envejece, mientras que tu mente nunca deja de soñar.
El viernes 12 de mayo celebramos en familia a las mamás de la Comunidad, a las que están y a las que ya han partido al encuentro del Padre.
Como cada año pudimos participar de una Eucaristía para agradecer por la vocación materna en nuestras vidas. Agradecemos la participación de las mamás que asistieron y a los cursos que pudieron presentar un número artístico al finalizar la ceremonia.