Hace algunas semanas atrás, celebramos que Jesús había vencido a la muerte, que la Vida es la que tiene la última palabra. El domingo recién pasado, Jesús ascendió al cielo, pero no nos dejó huérfanos, ni se despreocupó de nosotros, nos prometió la llegada del Espíritu Santo, hecho que para nosotros los católicos es una gran fiesta.

Alegrémonos y pidamos al Espíritu que nos acompañe y acompañe a quienes se sienten desesperanzados, que él habite e inunde nuestra humanidad y saque de cada uno de nosotros lo mejor, todo aquello que necesitamos para vivir esperanzados este tiempo de confinamiento con la certeza de su presencia en medio nuestro.

Te compartimos este video de nuestro amigo el Padre Claudio, que a la distancia nos quiere ayudar a vivir un momento de reflexión con el Evangelio de Juan.

Ahora que ya pudiste reflexionar, te invitamos a realizar la siguiente actividad para compartir la historia de Pentecostés con nuestras Cecilianas:

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